Aquel que acoje a un huésped es en realidad el que está recibiendo algo. Esto es claro en la escena de María y Marta. Jesús se deja acojer por sus anfitrionas, pero solo una cosa es necesaria: el don que Èl trae y que es el mismo.
Jesús no ha venido para ser servido sino para servir; nos sirve con su palabra, con su vida que entrega como precio por nuestra redención. Lo que es necesario es escuchar su palabra y aceptarla, y esto es lo que hizo Marta.
En la tradición, Marta representa al ama de casa hospitalaria, la vida activa, en contraposición a María, la contemplativa. Pero estás dos figuras no se contraponen, por el contrario se complementan. Y en nuestra vida son necesarias las dos actitudes.
Feliz miércoles (BJV)
Liturgia del Domingo
Feria de la Semana
Itinerario de Evangelización 2020
VALOR DEL AÑO:
Un pueblo discípulo misionero, que tiene una experiencia personal y comunitaria con Cristo, Palabra encarnada”
LEMA DEL AÑO:
“Con Jesús, Palabra encarnada, nuestra vida será transformada”
Julio
Lema: “El que me ve a mi, ha visto al Padre” (Jn 14, 1)
Valor: Paternidad