Cuando Dios erija su reino en este mundo, sucederán grandes maravillas, eso es lo que creen los seres humanos. ¿ Pero esto sucede en realidad ? Jesús prédica y sana a los enfermos; reúne a unos cuantos discípulos en torno suyo, pero el mundo permanece tan bueno o tan malo como siempre lo ha sido.
Al grano de mostaza y a la levadura se le contrapone el inicio, modesto y casi invisible, de un gran resultado final; pero el principio y final no están desvinculados. Del mismo modo, en el actuar de Jesús está presente la fuerza activa de Dios y en la iglesia crece el árbol y extiende sus ramas. ¿ Y la levadura hace su propio trabajo hoy ? Mt 13, 31-35 (BJV)
¡Feliz Lunes!