Hoy el Evangelio habla claramente de vivir el “momento presente”: no darle vueltas al pasado, sino abandonarse en Dios y su misericordia. No atormentarse por el mañana, sino confiarlo a su providencia. Santa Teresita del Niño Jesús afirmaba: Sólo me guía el abandono, ¡no tengo otra brújula!. La preocupación jamás ha resuelto ningún problema. Lo que resuelve problemas es la confianza, la fe. "Pues si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al fuego, Dios así la viste, ¿no lo hará mucho más con ustedes, hombres de poca fe?" (Mt 6,30), dice Jesús.
La vida no es por sí misma demasiado problemática, es el hombre y la mujer quien carece de fe… La existencia no siempre es fácil. A veces es pesada; con frecuencia nos sentimos heridos y escandalizados por lo que sucede en nuestra vida o en la de los demás.(BJV)