Hoy viernes, el Evangelio nos narra otra de las apariciones de Jesús a sus discípulos. De un modo profundo, el diálogo entre el Señor y Pedro nos muestra la misericordia de Dios como su gran amor por los discípulos y el mundo. Éste no es un diálogo cualquiera entre Jesús y su discípulo Pedro. Ambos, Jesucristo y Pedro, hablan de amor, cada uno desde su perspectiva. Las tres preguntas de Jesús: ¿Me amas más que éstos? (Jn 21,15) pueden ser consideradas como una reafirmación del doble estatus de Pedro, a saber: por un lado, como un discípulo que le ama más que los otros, y, por otro, como un discípulo que le ama a Él más que a sus compañeros. En todo caso, el gran acto de amor de Jesucristo apremia a una profunda respuesta por parte de Pedro.

Respondiendo "Sí, Señor, tú sabes que te quiero", Simón parece tomar conciencia de sus tres caídas negando a Jesús, el Hijo de Dios que permanece ante él y que dice a los discípulos no se turbe su corazón, "la paz esté con ustedes 

(Jn 14,27; 20,19).(BJV)