Hoy lunes se nos recuerda el juicio final, cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles (Mt 25,31), y nos remarca que dar de comer, beber, vestir... resultan obras de amor para un cristiano, cuando al hacerlas se sabe ver en ellas al mismo Cristo. Dice san Juan de la Cruz:
"Al atardecer de la vida te examinarán en el amor. Aprende a amar a Dios como Dios quiere ser amado y deja tu propia condición". No hacer una cosa que hay que hacer, en servicio de los otros hijos de Dios y hermanos nuestros, supone dejar a Cristo sin estos detalles de amor debido: pecados de omisión.(BJV)