Alberto Linero

Señor mío y Dios mío, estoy cansado, sí… pero también agradecido. Porque viví. Dios mío, a veces el pasado duele, pero estoy dando pasos para sanar.

A veces recuerdo cosas que duelen tanto, situaciones que todavía no comprendo, palabras que aún retumban en mi memoria. Pero, en lugar de huir, hoy quiero poner todo eso en tus manos. Solo Tú puedes tocar mi ser, entrar en el alma y restaurarla.

Dame serenidad para mirar mi historia sin miedo; humildad para reconocer mis errores y también para soltar los que otros cometieron conmigo. Enséñame a no vivir anclado al dolor, sino a ser más fuerte y más libre. Esta noche quiero descansar no solo mi cuerpo, sino mi historia.

Que el sueño me devuelva la paz. Que mañana despierte más fuerte y más libre, no por olvidar, sino por haber sanado.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.  Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén…

¡En la Voluntad de Dios siempre!

“Como María seamos peregrinos de ESPERANZA”✍.

 AGOSTO:

Lema: “No nos cansemos de hacer el bien” (Gál 6,9).

Valor: "La Solidaridad: Signo de Esperanza"

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