Alberto Linero
Señor mío y Dios mío, al cerrar este día me detengo a agradecerte por los momentos de complicidad que me regalaron alegría y descanso.
Gracias por las risas silenciosas, por las miradas que entendí sin hablar, por las pequeñas cosas que hicieron que la vida hoy fuera más ligera. Si en algún momento olvidé agradecer, aquí estoy para reconocerte presente en esos detalles escondidos.
Enséñame a cuidar a quienes me regalan compañía y comprensión, a no dar por obvios esos gestos que hacen la vida más habitable. Quiero descansar con paz, sabiendo que no estoy solo, que me has dado personas con las que puedo compartir lo simple y verdadero.
Haz que mañana despierte con un corazón aún más agradecido, dispuesto a celebrar y a cuidar esas complicidades que son reflejo de tu amor fiel.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén…
¡Es tu fuerza la que me levanta, Señor!
“Como María seamos peregrinos de ESPERANZA”✍.
NOVIEMBRE:
Lema: “Persevera en la esperanza” (1Tes 1,3).
Valor: "Perseverancia"





