Hoy martes, el Evangelio de Mateo nos invita a una reflexión sobre el misterio del perdón, proponiendo un paralelismo entre el estilo de Dios y el nuestro a la hora de perdonar. El hombre se atreve a medir y a llevar la cuenta de su magnanimidad perdonadora: Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces? (Mt 18,21). A Pedro le parece que siete veces ya es mucho o que es, quizá, el máximo que podemos soportar. Bien mirado, Pedro resulta todavía espléndido, si lo comparamos con el hombre de la parábola que, cuando encontró a un compañero suyo que le debía cien denarios, le agarró y, ahogándole, le decía: ‘Paga lo que debes’ (Mt 18,28), negándose a escuchar su súplica y la promesa de pago. Echadas las cuentas, el hombre, o se niega a perdonar, o mide estrictamente a la baja su perdón. (BJV)