Hoy, el ángel Gabriel anuncia al sacerdote Zacarías el nacimiento “sobrenatural†de Juan el Bautista, que preparará la misión del Mesías. Dios, en su amorosa providencia, prepara el nacimiento de Jesús con el nacimiento de Juan, el Bautista. Aunque Isabel sea estéril, no importa. Dios quiere hacer el milagro por amor a nosotros, sus criaturas. Pero Zacarías no manifiesta en el momento oportuno la visión sobrenatural de la fe: ¿En qué lo conoceré? Porque yo soy viejo y mi mujer avanzada en edad (Lc 1,18). Tiene una mirada excesivamente humana. Le falta la docilidad confiada en los planes de Dios, que siempre son más grandes que los nuestros: ¡en este caso, ni más ni menos que la Encarnación del Hijo de Dios para la salvación del género humano! El ángel encuentra a Zacarías como “despistadoâ€, lento para las cosas de Dios, como estando en “fuera de juegoâ€.Cuando ya faltan pocos días para la Navidad, conviene que el Ãngel del Señor nos encuentre preparados, como María. (BJV)