
Jueves, 26 de Noviembre de 2020 Reflexión
Reflexion
Hoy, último dÃa del tiempo ordinario, Jesús nos advierte con meridiana claridad sobre la suerte de nuestro paso por esta vida. Si nos empeñamos, obstinadamente, en vivir absortos por la inmediatez de los afanes de la vida, llegará el último dÃa de nuestra existencia terrena tan de repente que la misma ceguera de nuestra glotonerÃa nos impedirá reconocer al mismÃsimo Dios, que vendrá porque aquà estamos de paso, ¿lo sabÃas? para llevarnos a la intimidad de su Amor infinito. Será algo asà como lo que le ocurre a un niño malcriado: tan entretenido está con “sus†juguetes, que al final olvida el cariño de sus padres y la compañÃa de sus amigos. Cuando se da cuenta, llora desconsolado por su inesperada soledad. El antÃdoto que nos ofrece Jesús es igualmente claro: Esten en vela, pues, orando en todo tiempo (Lc 21,36). Vigilar y orar... El mismo aviso que les dio a sus Apóstoles la noche en que fue traicionado. (BJV)