Hoy martes celebramos la fiesta de los apóstoles Felipe y Santiago. El Evangelio hace referencia a aquellos coloquios que Jesús tenía sólo con los Apóstoles, y en los que procuraba ir formándolos, para que tuvieran ideas claras sobre su persona y su misión. Es que los Apóstoles estaban imbuidos de las ideas que los judíos se habían formado sobre la persona del Mesías: esperaban un liberador terrenal y político, mientras que la persona de Jesús no respondía en absoluto a estas imágenes preconcebidas. Las primeras palabras que leemos en el Evangelio de hoy son respuesta a una pregunta del apóstol Tomás.
"Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí" (Jn 14,6)
(BJV)