Hoy jueves nos sitúa san Juan ante una manifestación de Jesús en el Templo. El Salvador revela un hecho desconocido para los judíos: que Abraham vio y se alegró al contemplar el día de Jesús. Todos sabían que Dios había hecho una alianza con Abraham, asegurándole grandes promesas de salvación para su descendencia. Sin embargo, desconocían hasta qué punto llegaba la luz de Dios. Cristo les revela que Abraham vio al Mesías en el día de Yahvé, al cual llama mi día. En esta revelación Jesús se muestra poseyendo la visión eterna de Dios. Pero, sobre todo se manifiesta como alguien preexistente y presente en el tiempo de Abraham.(BJV)