Hoy, martes V de Cuaresma, a una semana de la contemplación de la Pasión del Señor, Él nos invita a mirarle anticipadamente redimiéndonos desde la Cruz: Jesucristo es nuestro puente, su cuerpo precioso es nuestro sacrificio que Él ofreció en el ara de la Cruz para la salvación de todos los hombres (San Juan Fisher).
Cuando hayán levantado al Hijo del hombre.
(Jn 8,28). En efecto, Cristo Crucificado Cristo “levantado” es el gran y definitivo signo del amor del Padre a la Humanidad caída. Sus brazos abiertos, extendidos entre el cielo y la tierra, trazan el signo indeleble de su amistad con nosotros los seres humanos. Al verle así, alzado ante nuestra mirada pecadora, sabremos que Él es ( Jn 8,28), y entonces, como aquellos judíos que le escuchaban, también nosotros creeremos en Él. (BJV)