Hoy miércoles de ceniza comenzamos nuestra ruta hacia la Pascua, y el Evangelio nos recuerda los deberes fundamentales del cristiano, no sólo como preparación hacia un tiempo litúrgico, sino en preparación hacia la Pascua Eterna: Cuiden  de no practicar su  justicia delante de los hombres, para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendrán recompensa de nuestro Padre celestial (Mt 6,1). La justicia de la que habla Jesús consiste en vivir conforme a los principios evangélicos, sin olvidar que si su  justicia no supera la justicia de los doctores de la ley y de los fariseos, no entraran  en el Reino de los cielos

(Mt 5,20). La justicia nos lleva al amor, manifestado en la limosna y en obras de misericordia: Cuando hagas limosna que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha (Mt 6,3). No es que se deban ocultar las obras buenas, sino que no debe pensarse en la alabanza humana al hacerlas, ni desear algún otro bien.(BJV)