Hoy, tiempo de inclemencia y desasosiego, también Jesús nos llama para decirnos que siente compasión de esta gente (Mc 8,2). Hoy, con la paz en crisis, puede abundar el miedo, la apatía, el recurso a la banalidad y a la evasión: No tienen qué comer. ¿A quién llama el Señor? Dice el texto: A sus discípulos (Mc 8,1), es decir, me llama a mí, para no despedirlos en ayunas, para darles algo. Jesús se ha compadecido esta vez en tierra de paganos porque también tienen hambre.(BJV)

Viernes, 11 de Febrero de 2022 Reflexión