Hoy, en la escena que relata san Marcos, vemos cómo Jesús enseñaba y cómo todos venían a escucharle. Es manifiesto el hambre de doctrina, entonces y también ahora, porque el peor enemigo es la ignorancia. Tanto es así, que se ha hecho clásica la expresión: Dejarán de odiar cuando dejen de ignorar. Pasando por allí, Jesús vio a Leví, hijo de Alfeo, sentado donde cobraban impuestos y, al decirle "sígueme", dejándolo todo, se fue con Él. Con esta prontitud y generosidad hizo el gran “pacto”. No solamente el “pacto de su vida terrenal”, sino también el de la eternidad.(BJV)

Viernes, 14 de Enero de 2022 Reflexión