Hoy es el último domingo de este tiempo de preparación para la llegada el Adviento  de Dios a Belén. Por ser en todo igual a nosotros, quiso ser concebido como cualquier hombre en el seno de una mujer, la Virgen María, pero por obra y gracia del Espíritu Santo, ya que era Dios. Pronto, en el día de Navidad, celebraremos con gran alegría su nacimiento. El Evangelio de hoy nos presenta a dos personajes, María y su prima Isabel, las cuales nos indican la actitud que ha de haber en nuestro espíritu para contemplar este acontecimiento. Tiene que ser una actitud de fe, y de fe dinámica. Isabel, con sincera humildad, quedó llena del Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: ‘(...) ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a visitarme?’ (Lc 1,41-43) (BJV)