Hoy, el Señor nos hace tres recomendaciones. La primera, "No den a los perros lo que es santo, ni voten   sus  perlas delante de los puercos" (Mt 7,6), La segunda la regla de oro amarás a tu prójimo y la tercera la puerta angosta  contrastes en que los “bienes” son asociados a “perlas” y lo “que es santo”; y, por otro lado, los del amor y la humildad . San Juan Crisóstomo nos enseña que "nuestros enemigos son iguales a nosotros en su naturaleza pero no en su fe". A pesar de que los beneficios terrenales son concedidos de igual manera a los dignos e indignos, no es así en lo que se refiere a las “gracias espirituales”, privilegio de aquellos que son fieles a Dios. La correcta distribución de los bienes espirituales implica un celo por las cosas sagradas.  ( BJV)