Concluimos este mes junto a María y una reflexión sobre el servicio. Aún teniendo su propia preocupación ( llevaba en su vientre al hijo de Dios), la virgen encuentra el  tiempo para visitar a su prima Isabel. Y el encuentro entre ellas es una explosión de gozo y una confirmación de que Dios cumple sus promesas. María e Isabel ven en los acontecimientos de la historia la inmensa voluntad de Dios, el gran deseo del Señor de salvarnos. Amigos que leen mi reflexión, hoy les pido que leean y reflexión el Magnificat. (Lc 1,46-55) (BJV)