Hoy lunes hacemos memoria de María, Madre de la Iglesia y auxilio de los cristianos . En este sentido, contemplamos la maternidad espiritual de María en conexión con la Iglesia que es en sí misma Madre del Pueblo de Dios, pues nadie puede tener a Dios por Padre si no tiene a la Iglesia por Madre (San Cipriano). María es Madre del Hijo de Dios y a la vez Madre de aquellos que aman a su Hijo y los “bien-amados” de su Hijo, en conformidad con aquel "Mujer, aquí tienes a tu hijo; discípulo: Aquí tienes a tu madre"
(Jn 19,26-27), tal como dijo Jesús. Entregando su cuerpo a los hombres y devolviendo su espíritu a su Padre, Jesucristo incluso dio su Madre a sus amigos. Y el amor más grande es aquel con el que Jesús ama a la Iglesia ( Ef 5,25), a la que pertenecen sus amigos. Por lo tanto, los hijos adoptados por Dios no pueden tener a Jesús por hermano si no tienen a María como Madre porque, mientras María ama a su Hijo, ama a la Iglesia de la cual Ella es miembro eminente. Lo que no significa que María sea superior a la Iglesia, sino que Ella es "madre de los miembros de Cristo"
(San Agustín). ( BJV)