Alberto Linero

 

Señor mío y Dios mío, Tú eres fiel en todo momento.

 

Confío plenamente en Ti porque he visto cómo obras maravillas en mi vida, porque soy testigo que haces grandes cosas en aquellos que amas, porque quitas el miedo que paraliza el corazón, porque renuevas las ganas para seguir adelante, porque patrocinas los sueños y permites soñar cada vez más y mejor.

 

Al encontrarme con tu Palabra reconozco que mueves montañas y confío en que moverás las montañas de mi vida, podré superar una vez más esas dificultades que parecieran estar ganándome la batalla.

 

Yo camino confiado, porque sé que puedes hacerlo de nuevo.

 

Te bendigo y te alabo al terminar el día y me uno a la alabanza que hacen todos los corazones en este momento.

 

 Que cada latido de mi corazón en esta noche sea como un himno de júbilo, una canción para Ti.

 

Amén

 

¡En la Voluntad de Dios siempre!        

 

¡JESÚS TOMA MI VOLUNTAD, Y DAME LA TUYA!


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Hacia la batalla final: Salvemos las dos vidas

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TEMA DEL AÑO:Un pueblo discípulo misionero de Jesucristo, que acoge y vive el Reino de Dios en conversión permanente”

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