Alberto Linero

 

Señor mío y Dios mío, quiero terminar este día con estas bellas palabras de san Francisco: “Hazme un instrumento de tu paz.

 

Donde haya odio, que lleve yo el amor. Donde haya ofensa, que lleve yo el perdón. Donde haya discordia, que lleve yo la unión. Donde haya duda, que lleve yo la fe.

 

Donde haya error, que lleve yo la Verdad. Donde haya desesperación, que lleve yo la alegría. Donde haya tinieblas, que lleve yo la luz. Oh, Maestro, que yo no busque tanto ser consolado, sino consolar; ser comprendido, sino comprender; ser amado, como amar.

 

Porque es dando, que se recibe; perdonando, que se es perdonado; muriendo, que se resucita a la Vida Eterna”. Mi Dios, que mi oración, mi diálogo contigo, me lleve a glorificarte con mis acciones.

 

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.  Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén…

 

¡En la Voluntad de Dios siempre!

 

JESÚS TOMA MI VOLUNTAD, Y DAME LA TUYA

 

Si deseas recibir en tu móvil por WhatsApp, une a este grupo: https://chat.whatsapp.com/KUofplJqn9v4YmiOuRpJF0