Alberto Linero

 

Señor mío y Dios mío, gracias por este día, porque puedo ver tantas maravillas en tu creación, porque tengo la bendición de descubrir y contemplar las formas, los colores, los sonidos, reconocer a la gente que me quiere y a la que yo quiero.

 

Gracias porque puedo oír, porque escucho palabras de la gente que amo, y escucho tu Palabra, el sonido del amor.

Gracias porque puedo tocar, porque descubro el mundo y sus texturas, porque acaricio, abrazo y recibo cariño de los otros.

 

Gracias porque puedo oler los aromas de la maravillosa creación que me diste, y también digo que soy el buen olor de Cristo.

 

Gracias porque llenas mi vida de sabor, de distintos y deliciosos sabores, Señor.

 

Gracias por la sensibilidad que me has dado, porque soy humano, porque no puedo acostumbrarme a estar ahí, sino a contemplar y agradecer por lo bendecido que soy.

 

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.  Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén…

 

¡En la Voluntad de Dios siempre!

 

¡JESÚS TOMA MI VOLUNTAD, Y DAME LA TUYA!