Alberto Linero

Lunes, 11 de noviembre del 2024

Señor mío y Dios mío, al llegar esta noche a mi vida, llega también el momento tranquilo para pensar en lo que hice en toda la jornada.

Me detengo por un momento para reconocer que no todo salió bien, que no pude lograr mucho de lo que quise, y que me equivoqué en más de una ocasión; sé que no soy perfecto y que tengo errores; por eso te pido que me ayudes a asumir mi humanidad y que me dejes descansar de la pretensión de ser o parecer perfecto.

Gracias porque debo aceptarme como soy y me amas así, porque no me pides más de lo que yo puedo dar y porque sigues confiando en mí a pesar de mis equivocaciones.

Cuida de mi descanso, Señor, que pueda pasar mi noche seguro que nada malo va a pasarme a mí o a los que amo.

Sé Tú nuestro guardián y nuestro protector, el baluarte donde nos ponemos a salvo.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.  Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén…

¡En la Voluntad de Dios siempre!

JESÚS TOMA MI VOLUNTAD, Y DAME LA TUYA✍

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