Alberto Linero
Señor mío y Dios mío, termino este día con la certeza de tu compañía.
Tengo como maestra tu propia Palabra.
Ella me enseña que Tú eres el Dios fiel, que cumple sus promesas, que acompaña cuando llama a la misión. Pienso en Abraham, quien confió en Ti, en Moisés que tenía encuentros contigo cara a cara, pienso en los profetas, pienso en David a quien llamaste a ser rey y no viste su debilidad.
Pienso en María que proclamó tu grandeza, pienso en tus discípulos, especialmente, en Pedro, quien tenía miedo de caminar sobre el agua, y aun con miedo se atrevió, pienso en el leproso que de rodillas clamó a Ti, pienso en la hemorroísa, en la samaritana, en Zaqueo, son historias de la fe que conozco, por eso digo que yo también confío en Ti.
Y sigo confiando, Tú eres el Dios de la vida.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén…
¡En la Voluntad de Dios siempre!
¡JESÚS TOMA MI VOLUNTAD, Y DAME LA TUYA! ✌