Alberto Linero

 

Señor mío y Dios mío, al terminar el día quiero pedirte de manera especial por mis hermanos, no solo los que me diste en mi familia, sino por mi comunidad.

 

No solo quiero amar de labios para afuera, quiero amar con el corazón, quiero desterrar el odio, la envidia, las ansias de destruir o acabar al otro; no quiero formar parte de esos que dañan a los otros, yo quiero servir, quiero hacer vida tu Palabra: amarnos los unos a los otros como Tú nos amas, amar al otro como a uno mismo.

 

Y eso solo lo puedo hacer si Tú me acompañas, gracias porque sé que Tú me escuchas.

 

Te alabo y te bendigo por todo lo bueno que haces en mí.

Permíteme descansar con serenidad para despertar mañana con nuevas fuerzas, con nuevas ganas y con más impulso para seguir dando lo mejor de mí.

 

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.  Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. 

 

Amén

 

¡En la Voluntad de Dios siempre! 

 

¡JESÚS TOMA MI VOLUNTAD, Y DAME LA TUYA!

Los obispos de Cuba alzan la voz por la paz


Cuba detiene a un sacerdote en medio de las protestas en las calles

Francisco reclama desde el hospital “un servicio sanitario gratuito y accesible para todos”

Liturgia del Domingo

Lecturas    Moniciones      Homilía

Feria de la Semana

Lecturas     Moniciones     Homilía

Itinerario de Evangelización 2021

TEMA DEL AÑO: “Un pueblo discípulo misionero de Jesucristo, que acoge y vive el Reino de Dios en conversión permanente”

LEMA DEL AÑO: “Acojamos y vivamos el Reino de Dios en permanente conversión”

Junio:

Lema: “Traten a todos con EQUIDAD (CoL 4, 1)

Valor: EQUIDAD