Por Alberto Linero

 

 

Señor mío y Dios mío, te agradezco tu presencia que me hace creer y confiar en Ti; te agradezco por darle esperanza a mi corazón, por regalarme tantas manifestaciones de amor, porque cada día descubro que soy importante para Ti y quieres lo mejor en mi vida.

 

Te pido que ahora, mientras duermo, actúes en mi corazón y lo moldees, aparta de él todo sentimiento de superioridad, de creerme mejor que los demás, quita de mi interior toda idea que me lleve a pensar que, por rezar, hablar contigo, seguirte y vivir diciendo que estás conmigo yo soy mejor que los demás.

 

Al contrario, ayúdame a ser humilde, a entender que necesito de Ti para poder ser feliz, para amar más y mejor a quienes me rodean. Tú me escuchas y preparas mi corazón para renovarlo, porque Tú transformas vidas.

 

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.  Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén…

 

¡En la Voluntad de Dios siempre!

 

¡JESÚS TOMA MI VOLUNTAD, Y DAME LA TUYA!