LA RECETA ESPIRITUAL: Calma y cordura

En tiempos difíciles es necesario redoblar el esfuerzo para mantener la calma y la cordura.

Nos encontramos en medio de la Pandemia y de una tormenta que podría derivar en ciclón tropical. Dos situaciones adversas (no comunes en cuanto a combinarse y tener lugar en un mismo espacio de tiempo) que requieren la misma respuesta de nuestra parte: quedarnos en casa.

Es mucha la información que se ha compartido sobre el virus y una de las medidas más efectivas para contrarrestarlo es el distanciamiento físico, junto al uso de la mascarilla. De igual manera la información sobre fenómenos atmosféricos, muy fluida para nosotros, ya que nos encontramos en la ruta   ciclónica caribeña, recomienda quedarse en casa como medida de seguridad.

Siendo así las cosas, es oportuno y necesario, acatar todas y cada una de las recomendaciones que emanan las autoridades sanitarias y los organismos de socorro. ¡Quedémonos en casa por amor a Dios, a los demás y a nosotros mismos!

Son muchas las cosas de las que podemos ocuparnos estando en casa: de nosotros y de los nuestros, mirándonos con detenimiento, asumiendo propósitos y decisiones de mejora, cultivando una relación saludable y de calidad con quienes vivimos, creciendo en nuestra relación con Dios a través de la oración constante y de la asidua meditación de su Palabra, organizando ideas y proyectos que podamos realizar más adelante, etc.

¡Ánimo hermanos y hermanas! Digamos con el salmista: "¿De dónde me vendrá el auxilio? El auxilio me viene del Señor que hizo el cielo y la tierra" (Salmo 121, 1-2)

No perdamos la calma ni la cordura, que tanto la pandemia como la tormenta pasarán. Volveremos a encontrarnos, Dios mediante, para disfrutar y celebrar la vida.

En Jesús y María: P. Cairo